lunes, 5 de abril de 2010

Esposada y detenida por escribir en el pupitre


Alexa Gonzalez, injustamente arrestada. Todos hemos hecho eso alguna vez: ¡todos hemos escrito nuestro nombre en algún pupitre del colegio, el insituto y la facultad! Nadie, nadie nos había dicho nada entonces. Antes se vivía bien.

Pero en estos malditos tiempos a los que poco les falta para ser totalitarios, en un mundo lleno de gente dispuesta a acabar con la poca libertad que queda, en un orbe donde las fuerzas de seguridad no nos defienden sino que nos vigilan y nos torturan hasta tomar un simple rotulador puede convertirse en un acto de “peligrosa subversión”.

Que se lo digan a la pobre Alexa Gonzalez, de 12 años y estudiante de un colegio de Queens, Nueva York (EE.UU.). Ella no escribió “muerte a la opresión”, “debajo del pavimento está la playa”, “power to the people” o “tanques sí, pero de cerveza”.

No, la pobre Alexa sólo garabateó “Lex estuvo aquí” y dibujó una inocente carita sonriente.

Sin embargo el centro estimó que había hecho un grave daño al material del instituto (o la dictatorial dirección usó ese pretexto). Así que llamó a la policía, que ante la vista de una peligrosísima “terrorista intelectual”, decidió llevarse a Alexa a la comisaría habiéndonle puesto unas esposas y llevándola a la vista de todos donde las fuerzas de seguridad trabajan.

Pasó la pobre varias horas encerrada hasta que apareció su madre y la sacó de ahí. La propia Alexa confesó que esperaba un castigo pero que sería, como mucho, borrar lo escrito. Su madre cuenta que la chica, estudiante aplicadísima, se pasó vomitando lo que faltaba de día. Departamento de Educación de la Ciudad dice que investigará el caso, porque el castigo le parece “excesivo”.

Pero una cosa os digo: cuando suceden estas cosan podrá morir un impulso rebelde… ¡Pero nace una conciencia de libertad!

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