miércoles, 14 de abril de 2010

Se duerme en el avión y despierta en el hangar


Kris Lines, profesor de derecho deportivo en la Universidad de Staffordshire (Inglaterra) tomó un vuelo de Air Canadá dirección a Vancouver. Como eran unas cuantas horas aprovechó para echar un sueñecito convencido de que la azafata de turno le despertaría suavemente, quizá acariciándole la mejilla con sus sensuales labios, al llegar a la patria del sirope de arce.

¡Cuál sería su sorpresa cuando al abrir los ojos se encontró con que él era el único pasajero en el interior del avión, que el aparato estaba en el hangar y que en lugar de una azafata de piernas bien torneadas le despertaba un mecánico de fuertes brazos!

Al parecer nadie se había tomado la molestia de despertarle ni nadie se había dado cuenta de que se quedaba en el asiento cuando todo el mundo había desembarcado. Así que el avión fue remolcado al hangar para su puesta a punto con el señor Lines a bordo.

Completamente desorientado, pidió al mecánico que le guiara fuera del lugar para recoger su equipaje. El mecánico, chistoso, le comentó que “iba a rodar la cabeza de alguien en aerolínea”.

Y en eso está ahora Kris: como buen conocedor del derecho y las leyes está a punto de denunciar a la compañía que, por cierto, ya ha buscado una “cabeza de turco”: una azafata que, por lo visto, se había preocupado tanto de atender a los pasajeros en silla de ruedas que se olvidó del resto.

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